Puntos de reflexión
sobre la
micotoxicosis

Las micotoxicosis siguen siendo un gran problema de seguridad alimentaria, siendo necesario reflexionar sobre algunos aspectos relativos a su prevención y control.

Carlos López Coello1, Juan Carlos del Río2, Enrique Morales Balderas1 y Gabriela Gómez Verduzco1

1Departamento de Medicina y Zootecnia de Aves, FMVZ-UNAM, México
2Facultad de Estudios Superiores, Cuautitlán-UNAM, Unidad de Investigación Multidisciplinaria, laboratorio 14 “Alimentos, Micotoxinas y Micotoxicosis”

Uno de los grandes retos a los que se enfrenta la producción intensiva de animales y la salud pública, es la alta incidencia y prevalencia de hongos y sus metabolitos presentes en los granos y oleaginosas que integran los alimentos balanceados.

Esta problemática no es reciente, ya que durante la edad media en Europa uno de los primeros casos de micotoxicosis reportado fue atribuido al consumo de centeno contaminado con Claviceps purpurea, ocasionando la enfermedad denominada “Fiebre de San Antonio” caracterizada por una alta incidencia de lesiones necróticas, sintomatología nerviosa y alta mortalidad en infantes.

Su tratamiento se ligaba a rituales y ceremonias religiosas, y actualmente esta enfermedad continúa presente, siendo conocida con el nombre de ergotismo.

En la actualidad surgen algunos cuestionamientos que merecen una respuesta, como son:

  • ¿Qué tan lejos estamos de aquellos “tratamientos mágicos y religiosos”
  • ¿La incidencia y prevalencia en los reportes sobre micotoxinas están analizadas y correlacionadas de manera constante y precisa con la situación particular de cada caso?
  • Si la limpieza del grano es una medida preventiva eficiente, ¿por qué no se ha difundido esta práctica?

Las Micotoxinas son sustancias tóxicas que alteran el metabolismo celular y causan daño en los tejidos del organismo expuesto.

No obstante, presencia de micelios no está ligado a una producción obligada de micotoxinas.

Actualmente se sabe que no necesariamente las micotoxinas son únicamente mecanismos de defensa de los hongos toxigénicos, sino que, de manera normal también se producen y eliminan como resultado de su actividad metabólica y esta producción se incrementa en estados de estrés para el hongo.

La severidad del cuadro clínico en la que participan lesiones tisulares y alteraciones metabólicas estará influenciada, entre otros aspectos, por:

  • Especie afectada
  • Micotoxina/s presente/s y su concentración
  • Tiempo de exposición y sus interacciones

Todos estos aspectos nos conducen a reflexionar:

  • ¿Cómo ocurren y se atienden la lesión tisular y los efectos metabólicos?
  • ¿Cuáles son los criterios en la aplicación de medidas de prevención y/o control?
  • ¿Podemos tratar la lesión en los tejidos ignorando la alteración metabólica, para restablecer el estado de salud?

¿Cuánto nos cuestan las micotoxinas?

En el 2003, las pérdidas económicas que ocasionaron las micotoxinas en Estados Unidos de América y Canadá se estimaron en US$ 5,000 millones de dólares.

16 años después, continúan presentes a pesar de contar con grandes avances en desarrollo tecnológico y generación de información científica.

No existe un programa integral en la aplicación de medidas de prevención y control de las micotoxinas en la salud pública, que abarque desde el desarrollo de la planta en el campo agrícola hasta los productos terminados (leche, carne y huevo).

Esta circunstancia hace ineficientes e impredecibles los resultados de las acciones individuales que se realicen en cada sección, lo que genera que se tenga una respuesta variable en parámetros como el rendimiento de la cosecha, mermas en almacenamiento, parámetros productivos, inmunidad, severidad de la enfermedad o incluso la muerte en humanos.

No se debe subestimar el efecto acumulativo del consumo constante de micotoxinas en dosis bajas, incluso cumpliendo con los estándares establecidos en la legislación sanitaria.

Es difícil determinar puntualmente a qué se atribuyen las alteraciones en los parámetros productivos, debido a que hay una estrecha relación entre el efecto tóxico de las micotoxinas y el de los hongos sobre la disminución en la calidad y contenido nutricional del ingrediente, ligado a que ambas participan directamente, cuando menos, en la conversión alimentaria.

Bajo condiciones de investigación, al estar controladas las cantidades y tiempo de consumo de una micotoxina, los hallazgos a la necropsia y las alteraciones metabólicas son predecibles y uniformes, permitiendo establecer una correlación entre efecto y concentración.

Definitivamente, esto no puede suceder bajo condiciones de producción en campo, al estar presentes varias micotoxinas que no están uniformemente distribuidas en el alimento. Esto implica variaciones en la cantidad y frecuencia consumidas, existiendo interacción entre ellas y diversas condiciones que conllevan a respuestas diferentes, incluso entre individuos de una misma parvada.

Una premisa fundamental de la investigación, es la reproducción de resultados bajo la metodología empleada. Esto no es factible de obtener al no tener igualdad de condiciones en los sistemas intensivos de producción.

Micotoxinas avicultura

En avicultura, las mayores pérdidas económicas son ocasionadas por la presencia de:

  • Aflatoxinas
  • Ocratoxinas
  • Toxina T-2
  • Diacetoxiscirpenol (DAS)
  • Deoxinivalenol (DON)
  • Zearalenona (ZEN)
  • Fumonisinas

Estas micotoxinas se pueden clasificar como polares y apolares, un aspecto relevante a la hora de seleccionar los productos que promuevan el control de las micotoxinas mediante la inactivación o captura.

Es importante mencionar que estos productos inactivadores o adsorbentes no tienen un efecto sobre las micotoxinas o sus metabolitos circulantes en sangre o almacenados
en los tejidos, que de hecho son los agentes xenobióticos responsables de las alteraciones por recirculación.

Esto complica la determinación precisa de la cantidad de micotoxinas en un organismo y que son responsables de la variabilidad de respuestas productivas, reproductivas, signos clínicos y lesiones.

Efecto de las aflatoxinas en aves

EFECTOS DIGESTIVOS

El efecto de las aflatoxinas en diferentes edades y fin zootécnico de aves, se ejemplifica con la reducción de la concentración de:

  • Sales biliares hasta un 56%
  • Enzimas digestivas (amilasa, tripsina y lipasa) hasta el 35%

Considerando que la concentración de nutrientes es más alta en las dietas para pollos que en las de las gallinas y que las dietas de iniciación de los pollos contienen una mayor cantidad de proteína y menor de energía que las de finalización, el consumo de lípidos y sustratos sobre los que actúan estas enzimas es diferente:

¿El efecto sobre la producción de sales biliares y las enzimas digestivas y su acción en los sustratos presentes en las dietas afectará de la misma magnitud en pollos que en gallinas o en pollitos en la fase inicial o final?

EFECTOS HEPÁTICOS

El efecto hepatotóxico generado por las aflatoxinas produce alteraciones en la síntesis de proteínas.

Por otra parte, el funcionamiento hepático se altera por el grado de infiltración grasa hepática; según sea:

  • En pollos: la infiltración y, en casos severos, la degeneración grasa es un problema frecuente e importante por la alta concentración de lípidos en las dietas.
  • En gallinas ponedoras: la infiltración grasa es una condición fisiológica para la formación del vitelo que compone la yema.

Por este motivo, en pollos la infiltración grasa es un factor sumatorio negativo al efecto hepatotóxico de las aflatoxinas.

Análisis para la detección de micotoxinas

Actualmente, para la detección de micotoxinas se utilizan diversas pruebas como:

  • Cromatografía líquida
  • Cromatografía de gases acoplada
  • Cromatografía de capa fina
  • Inmunotécnicas como la de ELISA
  • Columnas de inmunoafinidad que se utilizan como un paso previo de purificación para posteriormente utilizar cromatografía líquida o combinada con espectrometría de masas (LC/MS), siendo esta última capaz de analizar de manera simultánea diferentes tipos de micotoxinas.

Teniendo en cuenta la tecnología y avances científicos en el conocimiento de las micotoxinas, el desarrollo de productos que garantizan la captura de las micotoxinas o inactivación por acción enzimática, las regulaciones legislativas locales y globales, se podría aseverar que existen los instrumentos para su prevención y control.

¿Por qué las micotoxinas siguen causando pérdidas tan grandes?

La respuesta no puede ser simplista, debido a que cada caso tiene
factores predisponentes únicos que interactúan estrechamente entre sí.

Los análisis de micotoxinas únicamente representan el resultado de una muestra en el momento de la prueba, ni siquiera se podría asegurar que corresponde al momento de tomar la muestra.

Incluso se puede obtener una respuesta diferente en una misma muestra fraccionada, a pesar de haber realizado un excelente muestreo, con las técnicas analíticas más precisas y sensibles debido a que la generación de micotoxinas es un proceso dinámico.

Las acciones de hoy, no son garantía para el control de mañana. Sin lugar a duda, los análisis pueden ser una herramienta muy útil al ser utilizados, correlacionados e interpretados adecuadamente con los otros factores involucrados. Estos análisis podrían indicar el camino a seguir para el control y/o prevención de las micotoxicosis.

El sector agrícola puede producir granos y oleaginosas con o sin contaminación por micotoxinas, situación que no afecta en la misma medida al agricultor, al almacenador, al fabricante de alimentos, al productor pecuario o al consumidor final.

Estos sectores forman parte integral de la cadena productiva y no pueden contemplarse como actividades independientes, sino que cada uno desempeña un rol que tiene un impacto positivo o negativo sobre los resultados productivos y la salud pública.

¿Cómo establecer medidas para prevenir la micotoxicosis?

Es evidente que en cada área de la cadena existen diferentes condiciones lo que requiere de distintas medidas, al no aplicarlas en forma integral compromete los resultados esperados en toda la cadena de producción.

Por ejemplo, la limpieza del grano representa la medida más eficiente para retirar el que está quebrado, que es el principal sustrato para el crecimiento de hongos.

Existen áreas que no han recibido la atención necesaria, como es el caso de los silos de alimentos en granjas, lugar donde inevitablemente se favorece el crecimiento de hongos por las condiciones ambientales de almacén y que no se encuentra bajo la supervisión de la planta de alimentos, independientemente de que, en la mayoría de los casos, la limpieza interna no se realice en los tiempos y metodología requeridos simplemente porque al contener alimento en su interior no es posible realizarla.

Entonces, preguntémonos, ya que estas preguntas aún siguen sin respuesta…

¿La incidencia y prevalencia en los reportes sobre micotoxinas están analizadas y correlacionadas de manera constante y precisa con la situación particular de cada caso?

¿Si la limpieza del grano es una medida preventiva eficiente, por qué no se ha difundido esta práctica?

¿Por qué no han recibido la atención requerida la limpieza y conocimiento de las condiciones micro ambientales de los silos de las granjas que, al almacenar el alimento durante tanto tiempo, representan un factor de alto riesgo?

Prevención de micotoxicosis
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