Subsanando las deficiencias en el manejo del riesgo de micotoxinas
Desafíos y estrategias para la industria avícola suramericana

Reflexiones sobre la necesidad de un planteamiento colaborativo a fin de garantizar el crecimiento sostenible y la seguridad alimentaria de la industria avícola suramericana.

Luis-Miguel Gómez-Osorio. DVM, MSc, PhD

Director Técnico Regional PATENT CO & agromed Grupo de Investigación CIBAV, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia, Colombia

La industria avícola de América del Sur se enfrenta a un importante desafío de micotoxinas, los cuales son metabolitos secundarios nocivos producidos por mohos, que comprometen la salud de las aves de corral, la productividad y la estabilidad económica.

Las diversas condiciones climáticas de la región, exacerbadas por el cambio climático, promueven el aumento en la prevalencia de micotoxinas claves como aflatoxinas, fumonisinas, ocratoxinas, zearalenona, tricotecenos, entre otras, que son perjudiciales para la salud avícola y pública.

La falta de normas claras, la inadecuada infraestructura de los laboratorios y la escasa concientización de los agricultores agravan estos problemas, que afectan especialmente a los pequeños productores, que soportan una carga económica desproporcionada.

Estrategias como el uso de adsorbentes avanzados de micotoxinas, incluidos productos a base de clinoptilolitas y agentes de biocontrol como especies de Bacillus, resultan prometedoras para reducir la toxicidad de las micotoxinas y salvaguardar la salud de las aves de corral.

Este artículo hace una invitación a reflexionar sobre un planteamiento colaborativo, específico para cada región, en el que participen los gobiernos, el sector privado y las comunidades locales, a fin de garantizar el crecimiento sostenible y la seguridad alimentaria de la industria avícola suramericana.

LA AMENAZA DE LAS MICOTOXINAS PARA EL SECTOR AVÍCOLA DE AMÉRICA DEL SUR 

América del Sur (AS), lugar de algunos de los mayores productores de aves de corral del mundo, se enfrenta a un reto persistente: el manejo de los riesgos por la presencia de micotoxinas1.

Esta región abarca una impresionante superficie de 17.840.000 kilómetros cuadrados (6.890.000 millas cuadradas).

Como reflejo de su enorme tamaño, el continente se extiende desde una amplia región ecuatorial en el norte hasta una esbelta zona subártica en el sur.

El clima es muy variado, desde tropical y templado hasta árido y gélido2.

Las micotoxinas provocan importantes pérdidas económicas debido a sus efectos sobre:

  • La salud humana y animal
  • El bienestar animal
  • La productividad
  • El comercio local y mundial3

Se encuentran en ambientes favorables en la mayoría de las materias primas de todo el mundo.

Hasta la fecha se han identificado más de 700 tipos de micotoxinas, siendo las más importantes la aflatoxina B1 (AFB1), la fumonisina B1 (FB1), el deoxinivalenol (DON), la ocratoxina A (OTA), la zearalenona (ZEN) y la toxina T-2, por su impacto en la productividad y la salud de las aves de corral4 (Figura 1)5.

Figura 1. Micotoxinas más importantes que afectan a los animales. Abreviaturas: AFB1: aflatoxina B1, FB1: fumonisina B1, DON: deoxinivalenol, OTA: ocratoxina A, ZEN: zearalenona, T-2: toxina T-2 (Adaptado de Gómez-Osorio y Vasiljević, 2023)6.

Estos compuestos tóxicos son químicamente muy estables, resistentes a la temperatura y a las condiciones de almacenamiento y procesamiento.

Se originan a partir de hongos filamentosos llamados mohos, como Fusarium sp, Aspergillus sp, Penicillium sp. y no son esenciales para su crecimiento7.

A pesar de la naturaleza crítica de este problema, los marcos normativos para controlar los niveles de micotoxinas en los piensos para aves de corral son incoherentes en toda la región.

Esta falta de uniformidad en las normas de seguridad crea incertidumbre para los productores y dificulta el desarrollo de estrategias de mitigación sólidas.

Si se abordan estos retos, se podrá proteger la industria, mejorar la seguridad alimentaria y garantizar un crecimiento sostenible para el sector avícola latinoamericano.

CONTAMINACIÓN POR MICOTOXINAS EN LA REGIÓN DE AS

La Tabla 1 muestra la prevalencia de diferentes micotoxinas en América del Sur.

Tabla 1. Promedio de los niveles de contaminación por multimicotoxinas (ppb) detectados en muestras de maíz en países de América del Sur entre 2020 y 2022 (<LOQ: menor al límite de cuantificación (Adaptado de Raj et al, 2022a y 2022b8,9).

La contaminación por micotoxinas plantea un reto importante en AS, ya que afecta a cultivos básicos como el maíz, el trigo, la avena y el centeno.

Los diversos climas de la región, que van de tropicales a templados, crean condiciones favorables para el crecimiento de hongos productores de micotoxinas como las especies Aspergillus, Fusarium y Penicillium.

Una revisión de estudios de 2018 a 2023 destaca la prevalencia de micotoxinas tradicionales, incluidas aflatoxinas, OTA, fumonisinas, DON y ZEN, con ocurrencias que varían según la región y las condiciones climáticas10.

Las micotoxinas emergentes y enmascaradas se han estudiado principalmente en Argentina y Brasil, donde algunos estudios han mostrado una alta incidencia11,12.

Esto subraya la necesidad de mejorar las medidas de seguridad alimentaria y los sistemas de vigilancia para mitigar los riesgos de micotoxinas en los países de AS.

PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA VIGILANCIA Y EL CONTROL DE LAS MICOTOXINAS

La vigilancia y el control de las micotoxinas en AS se enfrentan a numerosos retos, reflejo de la diversidad económica, climática y de infraestructuras de la región.

Normativa

Un problema importante es la falta de normativas estandarizadas en todos los países.

Mientras que algunas naciones, como Brasil y Argentina, han desarrollado marcos para el seguimiento de las micotoxinas, otros países, como Colombia, se han quedado rezagados, creando lagunas en la coherencia regional.

Esta disparidad complica los esfuerzos por establecer acuerdos comerciales transfronterizos eficaces y mantener la seguridad alimentaria.

Muestreo

El muestreo desempeña un papel fundamental en la vigilancia y el control de las micotoxinas, garantizando la seguridad y la calidad de los alimentos y los piensos a lo largo de las cadenas de suministro13,14.

Unos métodos de muestreo eficaces son la base para:

  • Detectar los niveles de contaminación
  • Evaluar el cumplimiento de las normas de seguridad
  • Evitar la circulación de productos contaminados en los mercados nacionales e internacionales15

Dada la desuniformidad en la distribución de las micotoxinas en los lotes de productos agrícolas, es esencial disponer de planes de muestreo fiables para reflejar con exactitud los niveles de contaminación14.

Sin estrategias de muestreo sólidas, incluso los métodos analíticos más avanzados pueden arrojar resultados engañosos, echando a perder todo el proceso de gestión de riesgos16.

El muestreo no es sólo un procedimiento técnico, sino un componente vital de un enfoque integrado de la seguridad alimentaria y la protección de la salud pública.

Infraestructura de laboratorio

La infraestructura de laboratorio es otro obstáculo crítico.

Los equipos avanzados necesarios para el análisis de micotoxinas, como los kits de cromatografía líquida de alto desempeño (HPLC) o ELISA, son costosos y a menudo no están disponibles en las zonas rurales o con escasez de fondos16,17.

Como resultado, los agricultores y pequeños productores tienen dificultades para evaluar los niveles de contaminación en sus cultivos, lo que conlleva riesgos para la salud y pérdidas económicas no detectadas.

El acceso limitado a laboratorios acreditados retrasa aún más las pruebas y reduce la capacidad de realizar intervenciones oportunas.

Educación y la sensibilización

La educación y la sensibilización también son insuficientes18. Muchos agricultores, especialmente los pequeños propietarios, carecen de conocimientos sobre:

  • El almacenamiento adecuado de los cultivos
  • Las técnicas de secado
  • Otras medidas preventivas para evitar la proliferación de hongos

Las prácticas tradicionales, combinadas con los climas húmedos y una manipulación postcosecha deficiente, agravan el riesgo de contaminación19. Además, las iniciativas gubernamentales inadecuadas para difundir información sobre la gestión de las micotoxinas dejan a las poblaciones vulnerables en una situación de mayor riesgo.

La aplicación de las normativas existentes presenta sus propios retos.

Incluso en los países con normas establecidas, la escasez de fondos y personal impide que los organismos reguladores realicen inspecciones exhaustivas o apliquen sanciones por incumplimiento. La corrupción y la ineficacia burocrática pueden debilitar aún más estos esfuerzos.

Cambio climático

El cambio climático influye cada vez más en la aparición de micotoxinas en la agricultura sostenible al alterar las condiciones ambientales que favorecen el crecimiento de los hongos20.

La contaminación por aflatoxinas, por ejemplo, es más frecuente durante las sequías, ya que las altas temperaturas y las escasas precipitaciones crean condiciones de estrés para los cultivos, haciéndolos más vulnerables a la infección por hongos productores de aflatoxinas21.

Por el contrario, los climas cálidos y húmedos favorecen el crecimiento de especies de Fusarium, que producen DON y otras toxinas nocivas.

Estos hongos prosperan en condiciones de humedad elevada, sobre todo en cultivos como el trigo durante la floración y el maíz durante el ensilado22.

En AS, donde las regiones agrícolas ya se enfrentan a condiciones climáticas variadas, la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos debidos al cambio climático, como sequías prolongadas o precipitaciones excesivas, aumenta el riesgo de brotes de micotoxinas.

Esta doble amenaza no sólo repercute en el rendimiento de los cultivos, sino que también compromete la seguridad de los alimentos y los piensos, lo que plantea importantes retos para los agricultores y las cadenas de suministro de alimentos de la región.

Por último, la carga económica del control de las micotoxinas afecta desproporcionadamente a los pequeños productores, que carecen de recursos para invertir en prácticas agrícolas modernas, mejores instalaciones de almacenamiento o análisis periódicos.

Esta desigualdad perpetúa los ciclos de pobreza e inseguridad alimentaria en las zonas rurales, mientras que los exportadores más ricos se enfrentan a un escrutinio más estricto en los mercados internacionales.

Abordar estos retos interconectados exige un esfuerzo coordinado en el que participen los gobiernos, el sector privado y las comunidades locales para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola.

EFECTOS DE LAS MICOTOXINAS EN LA SALUD Y EL RENDIMIENTO DE LAS AVES DE CORRAL

Las micotoxinas afectan significativamente a la salud y la productividad de las aves de corral, principalmente por su impacto en el tracto gastrointestinal, el sistema inmune y el metabolismo general del ave23.

Se sabe, por ejemplo, que las aflatoxinas inhiben la síntesis proteica, lo que provoca:

  • Una menor ganancia de peso
  • Un índice de conversión alimenticia deficiente
  • Una menor producción de huevos24

Estos efectos se manifiestan a menudo a través de daños en el hígado, con signos como hígados pálidos y hepatomegalia durante la necropsia.

La exposición crónica a micotoxinas como las aflatoxinas y las ocratoxinas también debilita el sistema inmune de las aves, lo que se traduce en una mayor susceptibilidad a las infecciones y un aumento de las tasas de morbilidad y mortalidad25.

Las dosis subclínicas de micotoxinas, aunque no sean evidentes de inmediato, pueden comprometer la salud intestinal al alterar la absorción de nutrientes y dañar la barrera intestinal, lo que perjudica aún más la capacidad de las aves para desarrollarse y mantener indicadores óptimos de desempeño26.

El sistema inmune es especialmente vulnerable a la exposición de micotoxinas, ya que toxinas como las aflatoxinas y los tricotecenos suprimen la proliferación de linfocitos y la producción de anticuerpos.

Esto provoca una respuesta deficiente a las vacunas y una mayor incidencia de enfermedades como la de Newcastle y la bursitis infecciosa27.

Además, toxinas como las fumonisinas y el DON contribuyen a dañar las mucosas, aumentando la permeabilidad intestinal y predisponiendo a las aves a infecciones gastrointestinales, como la coccidiosis y la enteritis necrótica23,28.

Estos impactos combinados no sólo reducen la productividad de los lotes, sino que también imponen pérdidas económicas significativas a los productores avícolas, enfatizando la necesidad crítica de vigilar y gestionar la contaminación por micotoxinas en los piensos para aves de corral.

ESTRATEGIAS PARA UNA GESTIÓN EFICAZ DEL RIESGO DE MICOTOXINAS EN LA INDUSTRIA AVÍCOLA DE AS

La gestión eficaz del riesgo de micotoxinas en la industria avícola de AS requiere una combinación estratégica de medidas preventivas y paliativas basadas en las micotoxinas más frecuentes.

Estudios como los del nuevo adsorbente de micotoxinas multicapas (MYCORAID) y los adsorbentes inorgánicos destacan su utilidad para reducir los efectos adversos de micotoxinas como las aflatoxinas, las fumonisinas y las ocratoxinas25,29.

MYCORAID, el cual incorpora minerales especialmente seleccionadas, probióticos (por ejemplo, cepas de Bacillus), extractos de plantas y paredes celulares de levadura, ha demostrado:

  • Mejorar los índices de conversión alimenticia de los pollos de engorde y de gallinas ponedoras
  • Mejorar la salud intestinal
  • Reducir los residuos de toxinas en los tejidos

Del mismo modo, los adsorbentes inorgánicos a base de clinoptilolita demostraron su eficacia para mejorar los parámetros de crecimiento y reducir los daños histopatológicos en aves de corral expuestas a dietas contaminadas con micotoxinas.

Las estrategias preventivas incluyen rigurosos controles de calidad de los piensos, como pruebas y vigilancia de la contaminación en las fases de producción y almacenamiento.

Las condiciones climáticas de AS agravan el riesgo de micotoxinas, lo que hace necesario el uso de adsorbentes como la clinoptilolita y otros agentes atrapantes para adsorber las toxinas y evitar su desorción y absorción en el tracto gastrointestinal.

La investigación ha demostrado que estas intervenciones:

  • Mitigan los efectos tóxicos inmediatos.
  • Ayudan a mantener una función del sistema inmune óptima y a minimizar las pérdidas económicas asociadas a la reducción de la productividad avícola30.

Para lograr una gestión sostenible de las micotoxinas, se recomienda un enfoque integral y holístico. Esto incluye: adoptar buenas prácticas agrícolas (BPA) para minimizar la contaminación fúngica antes de la cosecha, emplear controles biológicos como el Bacillus subtilis para la biorremediación de toxinas y combinarlos con adsorbentes inorgánicos para la remediación inmediata.

El aprovechamiento de la investigación local, como los resultados de los ensayos realizados con adsorbentes, ofrece una visión práctica de los retos específicos de la industria avícola en AS.

La colaboración entre productores de piensos, granjeros y organismos reguladores es clave para perfeccionar estas estrategias y garantizar una producción avícola segura y libre de toxinas.

MYCORAID: UNA SOLUCIÓN AVANZADA PARA LA GESTIÓN DEL RIESGO DE MICOTOXINAS EN LAS AVES DE CORRAL

MYCORAID representa un gran avance en la gestión de micotoxinas, ofreciendo una defensa multicapa contra un amplio espectro de biotoxinas, incluyendo micotoxinas, endotoxinas y toxinas de algas.

Su fórmula innovadora integra minerales especialmente seleccionadas, cepas microbianas, extractos de hierbas y paredes de levadura proporcionando una protección completa para el bienestar y la productividad de las aves de corral.

Los principales mecanismos de acción del producto incluyen la adsorción rápida y selectiva, la biotransformación, la hepatoprotección y la inmunomodulación, adaptados para hacer frente a los desafíos únicos de la contaminación por micotoxinas en AS.

La capa de adsorción presenta una mezcla de minerales con una selectividad y estabilidad excepcionales, adsorbiendo micotoxinas polares y menos polares como AFB1, T-2, así como FB1 con una alta eficiencia en el tracto gastrointestinal.

Como complemento, cepas de Bacillus subtilis y Bacillus llicheniformis impulsan internamente impulsan la biotransformación, convirtiendo compuestos tóxicos como la OTA y la ZEN en metabolitos menos nocivos.

Este proceso no sólo neutraliza las toxinas, sino que también contribuye a la salud intestinal fomentando una microbiota equilibrada.

Los extractos de hierbas, como flavolignanos que contienen silimarina, desempeñan un papel crucial en la hepatoprotección al:

  • Eliminar los radicales libres
  • Mejorar la desintoxicación del hígado
  • Restaurar la función de las enzimas antioxidantes

Además, los componentes de la pared celular de la levadura, ricos en β-glucanos y oligosacáridos de mananos, refuerzan el sistema inmune estimulando las células T, las células B y los macrófagos, asegurando una sólida resistencia del hospedero a las enfermedades.

Los ensayos in vivo han demostrado la eficacia de MYCORAID para mejorar los índices de conversión de los piensos, reducir los residuos de toxinas en los tejidos y mantener el rendimiento de las aves incluso en situaciones de alta contaminación29,31,32.

La combinación única de adsorción, biotransformación e inmunoprotección de MYCORAID lo convierte en una herramienta indispensable para los productores de pollos de engorde y de huevos de AS, aportando beneficios tanto económicos como de seguridad en países con una alta incidencia de micotoxinas.

CONCLUSIONES

Existe una apremiante necesidad de armonizar las reglamentaciones sobre micotoxinas en todos los países suramericanos para subsanar las incoherencias que comprometen la inocuidad de los alimentos, la eficiencia comercial y la aplicación de estrategias eficaces de mitigación en la industria avícola.

Las diversas condiciones climáticas de Suramérica, intensificadas aún más por el cambio climático, influyen significativamente en la prevalencia de las micotoxinas, lo que requiere estrategias de vigilancia y control adaptadas a cada región.

Uno de los principales problemas es la falta de infraestructuras de laboratorio adecuadas y el acceso limitado a métodos de ensayo avanzados, sobre todo en las zonas rurales, lo que pone de relieve la urgente necesidad de invertir en capacidades de diagnóstico y seguimiento.

Para agravar el problema, los pequeños agricultores a menudo desconocen las medidas preventivas, como las técnicas adecuadas de almacenamiento y secado de los cultivos, lo que agrava el riesgo de contaminación por micotoxinas.

Esta carencia pone de relieve la importancia de la educación y de las campañas de concientización específicas para dotar a los agricultores de los conocimientos necesarios para mitigar eficazmente los riesgos de contaminación.

Además, los pequeños productores soportan una carga económica desproporcionada en la gestión de los riesgos de micotoxinas debido a sus limitados recursos, lo que subraya la necesidad de políticas inclusivas y mecanismos de apoyo financiero para garantizar un acceso equitativo a las herramientas y prácticas de mitigación.

Para hacer frente a estos retos, la adopción de adsorbentes avanzados de micotoxinas, incluidos los productos a base de clinoptilolita, y la integración de agentes de biorremediación como las especies de Bacillus, ofrecen soluciones prometedoras.

Estas estrategias han demostrado un potencial significativo para reducir los efectos tóxicos de las micotoxinas, salvaguardar la salud de las aves de corral y mejorar la productividad, lo que las convierte en componentes vitales de un enfoque integral de la gestión del riesgo de micotoxinas.

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